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Adaptación a los cambios: El auge de los alquileres temporales frente a la Ley de Vivienda.

En un intento por esquivar los efectos de la Ley Estatal por el Derecho a la Vivienda, propietarios de viviendas han virado hacia los alquileres temporales, generando un aumento del 40% en esta modalidad durante el tercer trimestre del año. Esta estrategia ha llevado a que las viviendas de corta estancia representen ahora el 10% de toda la oferta, y las agencias inmobiliarias anticipan un crecimiento continuo en esta tendencia. 

 

La legislación, en vigor desde mayo de este año, ha impulsado a miles de propietarios a cambiar sus viviendas de alquiler tradicional a modalidades temporales, vacacionales o de coliving. Esta decisión busca eludir las restricciones de precios en zonas tensionadas y las limitaciones en la duración de los contratos, especialmente con la entrada en vigor de medidas que limitan las subidas al 2% en 2023 y al 3% en 2024, según el futuro índice de precios del Instituto Nacional de Estadística. 

 

La oferta de viviendas en alquiler a largo plazo ha experimentado una disminución significativa, con una caída interanual del 12% en lo que va de año, según Idealista. En contraste, los alquileres temporales han experimentado un aumento del 39% en el tercer trimestre, representando ahora el 10% de todas las viviendas en el mercado. Propietarios grandes y pequeños han recurrido a diversas estrategias legales para sortear los efectos de una ley que afecta principalmente al alquiler de viviendas habituales. El alquiler temporal, en general, está incluido en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) como un uso distinto al de vivienda, lo que permite una amplia gama de posibilidades y duraciones, desde meses hasta años. 

 

En ciudades como Madrid y Barcelona, donde la demanda es fuerte entre estudiantes y trabajadores de otras autonomías, los alquileres temporales se han vuelto una opción popular. Idealista destaca que el mayor aumento de estos alquileres se ha registrado en las grandes ciudades, especialmente donde las autoridades locales han expresado interés en controlar los precios. En el tercer trimestre, el 32% de las casas de alquiler en San Sebastián eran temporales, seguido por Barcelona con un 28%. Ciudades como Cádiz, Santander, Málaga y Tarragona también han experimentado aumentos significativos en esta modalidad, mientras que en Madrid representa el 11%. 

 

En contraste, en ciudades menos tensionadas, la presencia de alquileres temporales es casi inexistente, rondando el 1%. A medida que los alquileres temporales ganan terreno, algunas ciudades han visto una disminución de más del 10% en la oferta de viviendas de larga estancia durante el tercer trimestre. Palma lidera esta reducción con un 19%, seguida por Córdoba y Bilbao. A pesar de ello, en los grandes mercados, la disminución oscila entre el 3% y el 7%. Ferran Font de Pisos.com señala que en algunas regiones, como Málaga, la vivienda habitual ha experimentado una caída del 40%, siendo una parte significativa de esta reducción absorbida por el mercado de alquiler temporal o turístico, especialmente en zonas con un auge en la industria tecnológica, como Barcelona.